Después de tres meses de encontrarnos con los y las jóvenes que integran el grupo de baile Swag_Crew.1 y con otros más de la Ciudadela Nuevo Occidente de Medellín, concluimos el primer Laboratorio Nómada de gestión creativa de conflictos. Les compartimos la cartilla pedagógica que detalla lo que fue este emocionante y enriquecedor proceso, los aprendizajes, retos y pistas reflexivas para continuar esta travesía Nómada.
Desde su formulación, Nómada Lab* se ha concebido como un laboratorio abierto cuyo objetivo es contribuir a la apropiación de estrategias alternativas para la gestión y transformación no violenta de los conflictos por parte de adolescentes y jóvenes de Medellín, a través de herramientas creativas cotidianas como aporte a la construcción de una cultura de paz. Para este propósito nos fijamos una ruta metodológica –preliminar y flexible– dividida en tres momentos: 1. Reconozco y apropio; 2. Creo y construyo; 3. Socializo y difundo.
Tras concluir esta primera experiencia Nómada con niños, niñas, adolescentes y jóvenes integrantes del grupo de baile Swag Crew.1 y de la Ciudadela Nuevo Occidente de Medellín, es pertinente reflexionar en torno a cómo nos imaginamos este laboratorio de gestión de conflictos al inicio, en qué se convirtió finalmente y cuáles fueron los hallazgos y aprendizajes de este enriquecedor proceso.
En primer lugar, es pertinente señalar que la ruta abierta que nos propusimos la terminamos trazando por medio del vínculo colectivo y la confianza que fuimos construyendo entre todos y todas. En esta fructífera experiencia, el cuerpo, el baile, el arte, las emociones, el territorio, la identidad, los conflictos, las paces, la mediación y la reconciliación fueron los ejes transversales que nos permitieron re-conocernos desde lo que somos y lo que nos hace únicos y diferentes, e imaginarnos otras alternativas para transformar pacíficamente nuestras vidas, nuestros territorios y nuestros conflictos.
En segundo lugar, reafirmamos cuatro puntos de partida que consideramos cruciales para darle vida a los proyectos de construcción de paz y reconciliación en cualquier rincón de Colombia:
1) Debido a que se trata de un laboratorio experiencial, la idea que está en su base es la de “co-construcción” y la de “co-creación” como principios vitales, es decir, que si bien teórica y metodológicamente hay definidos unos contenidos y unas rutas pedagógicas claras, debe haber también una disposición y apertura para que quienes participen del laboratorio aporten, sugieran, propongan, critiquen, escuchen y sean escuchados y escuchadas, construyan y creen.
2) Es apremiante trabajar y formar para alcanzar una cultura de paz reconociendo y diferenciando contextos, territorios, condiciones situacionales y vivenciales, personalidades, así como necesidades y problemáticas propias de quienes participan en dichos procesos.
3) Se aprende haciendo.
4) La lúdica como estrategia didáctica que potencia y facilita la confianza, el reconocimiento, la escucha, el diálogo, la creación y la reconciliación.
Siguiendo estos cuatro postulados, en Nómada Lab fue crucial partir de la propia experiencia, de las vivencias cotidianas de los y las participantes, del reconocimiento muto y del diálogo de saberes para abordar de manera creativa la realidad y para dar, de forma paralela y progresiva, el paso hacia la formación, la apropiación, la creación y la socialización.
Las reflexiones personales voluntarias de los y las participantes estuvieron en la base del proceso y del trámite efectivo de los conflictos que llegaron a enunciarse, lo que evidenció la necesidad y la importancia de reevaluarse y repensarse hacia adentro constantemente, para lograr el primer punto de giro que nos trazábamos: que la apropiación generara el autoconocimiento.
Sin embargo, en un proceso tan corto como el de esta primera experiencia Nómada (10 encuentros y un gran evento de cierre), es preciso señalar que debido a la necesidad de hablar y de ser escuchados y escuchadas que tenían los y las participantes, el autoconocimiento y la apropiación fue el punto en el que más se avanzó y profundizó.
Si bien lograr un acercamiento a los conflictos, la comunicación, la mediación y la reconciliación constituía nuestro horizonte formativo, en el camino nos encontramos con niños, niñas, adolescentes y jóvenes que estaban ansiosos y ansiosas por narrarse, por entenderse y por ser entendidos. En este sentido, sus conflictos personales, sus miedos, sus preguntas y sus dilemas internos se convirtieron en el centro de la experiencia.
En consecuencia con lo anterior, esta parada Nómada estuvo orientada también hacia la imaginación, creación, construcción y potenciación de alternativas que respondieran a las situaciones, necesidades y análisis propios de los y las participantes. No en vano al final del proceso, en el encuentro de cierre, planeado y nombrado por los chicos y las chicas como “Danza y cuerpo: territorios de vida”, la reflexión central giró en torno a la autoaceptación, a los conflictos personales con ellos y con ellas mismas que estaban en la base de las demás problemáticas que tenían que afrontar en sus vidas cotidianas, en sus entornos familiares, escolares y vecinales.
En dicho encuentro final, los y las participantes de Nómada Lab, con edades entre los 10 y los 21 años, eligieron poner en escena sus personalidades por medio de un juego en el que sus reflejos en el espejo no se correspondían con lo que ellos y ellas creían ser, es decir, se trataba de enfrentar a sus alteregos, esos seres que en principio no reconocían o se negaban a reconocer pero que en esencia expresaban sus principales temores, angustias, frustraciones, vulnerabilidades, deseos y satisfacciones. Un juego que terminó con cada uno y cada una rompiendo sus espejos para, posteriormente, en equipo, batallar bailando como forma de canalizar todo aquello que había ocurrido previamente.
Estos espacios de encuentro y reconocimiento entre los y las jóvenes en la UVA Nuevo Occidente estuvieron entonces cruzados por conceptos complejos y fundamentales como el de identidad, territorio, conflictos y relaciones, que fueron emergiendo y llenándose de contenido a lo largo de las sesiones bajo una advertencia fundamental: cualquier concepto y teoría pueden ser transformados y resignificados en cualquier momento y circunstancia.
Nuestra esperanza después de este camino recorrido conjuntamente es que los y las jóvenes que le dieron vida a esta primera experiencia Nómada, articulen e integren a sus proyectos de vida las estrategias y alternativas que imaginaron y crearon para darle trámite creativo y no violento a los conflictos que en adelante se les presenten. Por lo pronto, queda abierta la pregunta sobre cuál será nuestra siguiente parada Nómada Lab.
*Nómada Lab es una propuesta ganadora de la Convocatoria de Estímulos para el Arte y la Cultura 2018 del Museo Casa de la Memoria de la Alcaldía de Medellín, en la modalidad de estímulo para el diseño e implementación de una experiencia educativa de mediación y/o estrategias de reconciliación en escenarios educativos.