Socialización de hallazgos del proyecto "Voces e iniciativas comunitarias para la construcción de espacios seguros"

06.08.2019 |

Socialización de hallazgos del proyecto

 

 

 

 

 

 

 

La investigación “Voces e iniciativas comunitarias para la construcción de espacios seguros para mujeres y jóvenes en América Latina y el Caribe”, es un estudio que extiende a 6

 países un tipo de indagación, planteada desde el año 2009, cuando el Observatorio empieza a funcionar, y que apuesta por otra forma de pensar la seguridad, al asumir que no podía seguir siendo una cuestión referida a la restricción de derechos y al ejercicio de violencia.

Vale la pena destacar algunos aspectos del presente estudio:

Ofrece una mirada a la seguridad desde las voces y percepciones de quienes deben, a diario, enfrentarse a diversos hechos y situaciones que amenazan su bienestar y la efectividad de sus derechos. Son, pues, quienes habitan los territorios los llamados a contarnos cómo entienden un espacio seguro.

Por otra parte, porque recupera algunos de los aprendizajes de otras investigaciones que ya había realizado el Observatorio y en las cuales hay una especial preocupación por la coproducción de conocimiento, es decir, por la necesidad de articular los conocimientos que circulan en la sociedad y ese otro, mucho más especializado, que producimos en la academia. Sobresale, en este sentido, el rol de las comunidades en la producción de nuevo conocimiento; ya no son simples validadoras de resultados, ahora participan activamente a lo largo de la investigación.

Finalmente, porque nos muestra que la seguridad o inseguridad de un espacio no es un dato ontológico. Tener un espacio seguro es ante todo, un asunto referido a la construcción de vínculos: entre quienes lo habitan, de quienes lo habitan con las instituciones e incluso del individuo consigo mismo. Esto tal vez nos ayude a mirar de una manera un poco más crítica algunas asunciones ya instaladas en el imaginario sobre seguridad; aquellas de que hay barrios inseguros, cuadras inseguras o comunas fatalmente inseguras, y en cambio pensar que la inseguridad es el resultado de una construcción de vínculos. De ahí, que una comunidad cohesionada, donde existen fuertes lazos que unan a sus miembros tenga, probablemene, muchas más probabilidades de constituir un espacio seguro que una que no lo sea.

Para el grupo de investigación Conflictos, violencias y seguridad humana, ahora en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia constituye un reto y una prioridad continuar con este tipo de estudios, algo que debe ser coherente con el deber ético que nos asiste como universidad pública, de continuar acompañando a nuestras comunidades, de producir un conocimiento que nos permita entender las complejas tramas de los fenómenos de violencia e inseguridad que a diario padecemos.

Investigaciones como la que hoy se da a conocer, representan una oportunidad para que continuemos realizando estudios que nos permitan seguir resignificando lo que entendemos por seguridad, sobre todo, en tiempos en los que parecen estar de regreso visiones sobre esta cuestión, que poco o nada se interesan por desentrañar qué está detrás de las expresiones más visibles de aquello a lo que definimos como inseguro. Es el momento de hacer otras preguntas, probablemente sea el momento de “ensayar” otras claves para explicar, por ejemplo, las relaciones entre violencia e inseguridad; por un lado, y factores estructurales - como la cultura, la desigualdad y la incapacidad del Estado de erigirse como referente de orden y autoridad-, por el otro.

Un último comentario: cabría pensar cuál es el rol de la Universidad hoy, en un contexto en el que, entre otros asuntos, se está asesinando a ex combatientes y a líderes sociales, se acentúa la selectividad con la que actúa el sistema penal, se produce un recrudecimiento de la violencia urbana -especialmente de la violencia homicida, diversos tipos de violencias contra mujeres y jóvenes y todo un variopinto catálogo de atentados al patrimonio económico-. Tal vez sea el momento, como apuntaba hace ya varios años Maria Teresa Uribe, de producir un conocimiento de ruptura que nos confronte con nuestras propias certezas, y este estudio parece ir en esa dirección.

 

Fotos tomadas por: Luis Giraldo

Compartir

Responder

Estas respondiendo como un invitado. Optional login below.